«Antes era por no ponerse el casco, pero ahora las enfermedades laborales son por el estrés. El porcentaje de trabajadores mayores de 55 años sobre el total de ocupados ha pasado de ser el 11 % en Aragón en el 2000 al 18 % en solo seis años. Y la estrategia de todas las políticas públicas pasa por alargar la vida del trabajador todavía más. Pero retrasar la edad de jubilación para compensar la hucha de las pensiones, tiene también sus inconvenientes. La directora General del trabajo del Gobierno de Aragón, Soledad de La Puente, les pone nombre: ictus o infartos. Son enfermedades no traumáticas.»
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