«Cuando se trata de una enfermedad crónica, donde el dolor está constantemente presente, es necesario crear un plan de intervención. El uso de analgésicos para intentar calmar el malestar, a la larga, no es la solución. El abuso de fármacos produce un acomodo a los mismos, y para obtener iguales resultados hay que ir subiendo la dosis.Es por ello que a estos pacientes se les suele enseñar técnicas de relajación, de respiración profunda y de visualización positiva, que pueden realizarse de forma individual o guiadas por el cuidador.
Todos estos métodos buscan «calmar la mente» y «desconectar» la señal del dolor, de forma que la persona que sufre pueda sentirse tranquila y relajada.El objetivo de estas técnicas es mejorar el estado de ánimo del paciente, y consecuentemente colabore con sus cuidadores.»
Ir a noticia
Deja una respuesta